Las Ocurrencias de “El Querido”

El Querido es el apodo con que le gusta que lo llamen el diputado por la provincia de Puerto Plata, Alfonso Crisóstomo. En estos días su nombre ha sonado con mucha frecuencia en los medios de comunicación, a raíz de su anuncio de que se encuentra en la fase de elaboración de un proyecto de ley encaminado a modificar la ley de Libre Acceso a la Información Publica, bajo el argumento de que: “esta ley tiene que ser revisada para que haya una reserva del Estado, una discrecionalidad relativa, para que podamos tener una ley por la que se accese a la información, pero también se reserve la seguridad del Estado”.

Su reacción se produce como resultado de las recientes denuncias formuladas por algunos medios de comunicación, las cuales han puesto en evidencia unas series de barbaridades que ocurren en el Congreso del que forma parte, cuyos escándalos mas recientes tienen que ver con el nombramiento, por parte de los senadores, de familiares y relacionados, con los fondos del denominado “barrilito” que se han auto asignado los integrantes de la Cámara Alta.

Al dar a conocer su intención de modificar la referida ley, reacciono enfadado y desafiante, asegurando el tiene a su padre y a un hermano, en una nominilla pagada con los fondos que le asigna el congreso, y que no hay nada ni nadie que pueda impedírselo, porque ellos “comen de ahí”.

La discrecionalidad a que hace referencia el pintoresco legislador, tiene como finalidad legislar para que las informaciones que ofrezcan las entidades publicas, pasen por un filtro que permita mantener ocultas acciones como las denunciadas en el Congreso, el PRA, la CDEEE, el INDRHI y otras entidades publicas.

Así es “Querido”, que siga repartiendo entre los suyos esos fondos que la Cámara de Diputados pone en sus manos para que “su familia coma” y consolide su simpatía clientear. Eche p’adelante con su proyecto de limitar el libre acceso a la información, pues parece que usted cree con Maquiavelo que “el Estado es Usted”, y por tanto hay que acomodar la ley a sus intereses. Aproveche que el tiempo pasa, y nadie sabe lo que nos traerá el futuro.