QUE PENA: Quizás
este señor, por su ignorancia, creía que sería valorado como un súper hombre
por la hazaña de matar el guaraguao que exhibe y difunde con orgullo en las redes Sociales. Un aves que se
encuentra en peligro de extinción.
El Ministerio de Medio Ambiente está llamado a desarrollar una campaña de concienciación y al mismo tiempo establecer sanciones a los cazadores y depredadores que se dedican al exterminio de nuestras aves.
LES CUENTO: Durante los años del primer gobierno del PLD (1996-2000), llevamos a cabo una campaña, con apoyo del FEDA, de liberación de palomas, en los bosques de Altamira. Cada vez que visito esa zona, observo con orgullo las bandadas de esas aves que vuelan sobre mi cabeza y que posan en los arboles, muchas veces a pocos metros de mi casa.
En días pasados me pasé unos días en el campo y vi "con mis ojos", como dirían muchos, como estas aves son exterminadas por cazadores inescrupulosos. Parecía que la zona era un campo de tiros, las detonaciones que se escuchaban exterminando mis aves.
Créanme que sentí una gran impotencia, y más cuando vi pasar los cazadores exhibiendo sartas con decenas de palomas muertas. Confieso que sentí ganas de no volver más por ahí.
El Ministerio de Medio Ambiente está llamado a desarrollar una campaña de concienciación y al mismo tiempo establecer sanciones a los cazadores y depredadores que se dedican al exterminio de nuestras aves.
LES CUENTO: Durante los años del primer gobierno del PLD (1996-2000), llevamos a cabo una campaña, con apoyo del FEDA, de liberación de palomas, en los bosques de Altamira. Cada vez que visito esa zona, observo con orgullo las bandadas de esas aves que vuelan sobre mi cabeza y que posan en los arboles, muchas veces a pocos metros de mi casa.
En días pasados me pasé unos días en el campo y vi "con mis ojos", como dirían muchos, como estas aves son exterminadas por cazadores inescrupulosos. Parecía que la zona era un campo de tiros, las detonaciones que se escuchaban exterminando mis aves.
Créanme que sentí una gran impotencia, y más cuando vi pasar los cazadores exhibiendo sartas con decenas de palomas muertas. Confieso que sentí ganas de no volver más por ahí.
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