Hace alrededor de 5 meses que
tuve la distinción de recibir de
parte del amigo Mendy López, su obra ¡Si Yo Fuera Narrador Deportivo¡ En su dedicaría
me escribe: “A Ismael Cruz. Compañero incansable de inquietudes literarias”.
Una vez recibí el libro leí las primeras páginas, pero debido
a las múltiples ocupaciones, no fue hasta un reciente viaje al exterior que lo tomé
como lectura para el trayecto. Confieso que no me pude despegar de libro hasta
concluirlo. En el trayecto se me olvidó la fatiga del dolor de mi columna, que
siempre es mi compañera de viaje.
En su narrativa (la del libro) Mendy pone toda la pasión a
que nos tiene acostumbrado en las narraciones de los juegos, pero al mismo
tiempo nos cuenta las vivencias de sus años mozos en su Pimentel querido. Sus amigos, maestros, los sitios, y
sobre todo, los sueños y deseos de superación de un mozuelo en medio de las
limitaciones características de los pueblos pequeños.
Para los que amamos el beisbol, este libro nos revive las emociones de aquella pelota romántica de décadas pasadas y nos enseña la vinculación
de las emociones vividas con la
capacidad de transmitirla de quienes nos narraban las incidencias de los
juegos que oíamos a través de la radio.
El libro es una antologia que no pueden dejar de leer los jovenes que aspiran a locutores, aun no sea en el area deportiva.
Gracias doble a ese gran ser humano que se llama Mendy López,
primero por regalarnos una obra cargada de tanta pasión, vivencias y
enseñanzas, y segundo por la distinción de contarme entre tus amigos, a la hora
de distribuir tu libro.
Busquen esta joya, que le aseguro que la disfrutaran.
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