martes, 30 de junio de 2009

Honremos al profesor Bosch

El país celebra con entusiasmo, a través de diferentes actos, el centenario del nacimiento del profesor Juan Bosch, el dominicano que con su ejemplo sentó cátedras de cómo servir a su pueblo con apegado a principios como la honestidad, el desprendimiento, la transparencia, la humildad, la dignidad, la modestia y la ética.

Y que bueno que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de conocer el legado histórico de este hombre, en medio de un ambiente como el que nos arropa, en que las ambiciones y la búsqueda de enriquecimiento a cualquier costo, rompen los límites de la prudencia y amenazan con arrastrar la sociedad dominicana hacia un despeñadero de consecuencias insospechadas.

Hoy todos quieren enaltecer a Bosch, incluyendo algunos que en vida les adversaron con odio, construyendo infamias para desnortarlo, y ahora pretenden presentarse como sus discípulos. Otros que fueron sus compañeros y aliados, en la práctica se han separados de sus enseñanzas con actuaciones bochornosas.

El mejor ejemplo de honrar Bosch es seguir su ejemplo. Una buena oportunidad para demostrar que somos sus seguidores, podría ser impulsando las transformaciones que él fue capaz de sostener cuando propició la reforma constitucional de 1963, la cual transcurrido más de 45 años, todavía es considerada como la más democrática y avanzada que ha tenido el país en toda su historia. Una Constitución impulsada por los discípulos del profesor Bosch no puede contener discriminaciones de ningún tipo, y mucho menos privilegios a grupos religiosos, pues él abogó a lo largo de su vida por la libertad de culto y el establecimiento de un Estado Laico.

Honremos al profesor Bosch y no dejemos que los oportunistas de siempre se apropien de él como ha ocurrido con otros de nuestros fundadores.

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