Últimamente he oído
declaraciones destempladas acerca de la asignación del 4% a la educación,
promesa cumplida por el presidente Danilo Medina. Primero fue la calificación de
la medida como un disparate, y otros
aducen que no hay en que invertir “tanto dinero”. Nada más alejado de la
realidad. La recuperación de nuestro
sistema educativo requiere de grandes inversiones para sacarlo del atraso en que se encuentra. Hay que invertir en la formación
y mejoría de las condiciones de trabajo de trabajo del personal docente. En la construcción
y reparación de más de 28,000 aulas, en la revisión de los curriculun y programas,
en la adquisición de laboratorios de ciencias e informáticas, en la dotación de
energía eléctrica permanente, sistemas sanitarios, cocina y comedor para
maestros y alumnos, inmobiliarios,
seguridad, aéreas verdes, instalaciones deportivas… Y si quedaran recursos,
hasta en un sistema de transporte seguro para maestros y estudiantes. El
problema esta en que quienes menosprecian el 4%
están viviendo en un ostracismo que les impide ver una educación mas allá
de lo que han visto en los últimos años. Todo eso se hace y es con dinero.
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