Siento un profundo pesar por el fallecimiento de quien fue una madre para mi, especialmente en los años en que realizaba mis estudios secundarios en el liceo de Imbert. Mujer de firmes convicciones humanas, democráticas y solidarias, compartió con sus hijos y muchos jóvenes mas, entre los que me cuento yo, las ansias de libertad que abrazamos en aquellos difíciles momentos. Su hogar fue un refugio de los perseguidos y luchadores por la libertad, sin importar los riesgos a que se exponía.
Comparto estos difíciles momentos con sus hijos: Ismael (Mao), Tonny, Ana María (Masusa) y Milagros, estamos unidos en su dolor. Doña Antonia es de esas heroínas anónimas, que solo apreciamos su valor, quienes tuvimos la dicha de compartir con ella su bondad, su dulzura y su sapiencia. ADIÓS DOÑA ANTONIA. SI HAY UN SITIO EN EL MAS ALLÁ PARA LA GENTE BUENA USTED TIENES AHI UN PUESTO ASEGURADO. DESCANSA EN PAZ BUENA MUJER.
No hay comentarios:
Publicar un comentario