martes, 1 de febrero de 2011

Actitud dolosa

31/1/2011
EDITORIAL


Persio Maldonado

La impresión es que la gente ha dejado de ser honrada en el país, y que todo el mundo parece estar dispuesto a llevarse todo lo que encuentre mal puesto. Y calcular, además, cómo robarse lo que tienen otros. Esa pudiera ser una impresión general que se tenga sobre el país.

Hemos observado ese deterioro comenzando por la formación en nuestros hogares, donde los padres o tutores de los niños y los jóvenes no instruyen adecuadamente para formar a seres humanos incapaces de tomar lo que no es suyo. Tampoco el sistema judicial parece preocupado por la situación y esquiva su responsabilidad en el asunto, atrincherado en cualquier detalle de procedimientos para liberar a vulgares ladrones curtidos en los actos ilícitos.

Las escuelas tampoco parecen hacer énfasis en la formación honrada de nuestras generaciones. Y la conducta pública desde el poder es quizás la más deformadora de la vida ética del país. Todo el mundo parece enriquecerse olímpicamente sin que nada ocurra al respecto.

Así los dominicanos hemos ido construyendo una conducta dolosa que ya incluye la violencia criminal para robarles a otros las cosas que no les pertenecen. También así el crimen ha ido evolucionando, y se va pasando del raterismo al tráfico de drogas, al lavado de dinero, a las muertes por encargos. Así hemos incrementado una industria criminal espantosa, donde los límites y el temor han desaparecido. Al final todo parece encontrar arreglos, porque además buena parte de nuestros cuerpos armados y de policías igualmente están corrompidos.

Demasiadas personas están dispuestas a robarse todo cuanto se encuentren por delante, y muchos están calculando cómo delinquir. En fin, muchos están viviendo de lo que quitan a otros.

Editorial del peridico El Nuevo Diario, 01/02/2011

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